No creas que es tan fácil engañar a un poeta
porque inocente exhibe su sentir interior;
Dios le puso en la frente la llama del profeta,
y en cada verso brinda -por puñales- su flor.
Es docto en la materia de captar con el alma
lo que otros no pueden con sus ojos mirar,
y resistir los vientos más tremendos en calma,
venciendo los engaños, tan sólo con Amar.
Son siempre sus aliados: "El Verbo y La Palabra",
yelmo y espada prestos a su liberación,
y en su poder silente, por cada alma labra,
acrisola pureza para su Redención.
¡No Creas Que Es Tan Fácil engañar a un poeta!
el capta las esencias del miserable Yo,
y en silencio piadoso, esconde la saeta,
con la que partiría en dos tu corazón.
Oculta en su cerebro la chispa de la idea.
Sensible hasta los huesos, recepta la traición.
Y en mutismo profundo contempla la bajeza,
de miserables cuerpos corruptos de pasión.
Una profunda pena le invade la conciencia,
al ver tanta impureza, mentira y corrupción.
Una lágrima oscura se adormece en paciencia,
trocando bellos sueños, por atroz decepción.
¡No Creas Que Es Tan Fácil !
¡Mi sueño destruido...!
¡No creas que es triunfante, tu inmenso desamor…!
¡No creas que me engañas y pasa inadvertida
tu falta de nobleza… Tu ausencia de pudor…!
¡A César lo de César, y a Dios, sus pertenencias…!
Idéntica moneda pagaré a tu traición,
para que brille dentro de tu oscura conciencia
el precio vil dejado por tu poco valor.
¡No es tan fácil… No creas… Engañar un poeta…!
Somos expertos sabios en el Arte de Amar,
y atravesando espacios con la luz de un cometa
volvemos nuevamente, con más fuerza a soñar.
Como olas gigantes de estentóreo sonido,
el granito y la piedra logramos horadar.
Tenaces peregrinos de un mundo incomprendido.
Sembradores de flores, en barro y arenal.
Antorchas encendidas del páramo corrupto.
Lumbreras centellantes de un mundo de maldad.
Cantores de ilusiones, que desde el risco abrupto,
prodigamos belleza sobre la humanidad.
¡No Es Fácil… No lo creas… Engañar al poeta…!
Ese extraño sediento se sentir y soñar,
que encumbrado en alturas y en sus locas rarezas,
fondea lo escondido de la palabra: ¡AMAR…!
¡Caminante de estrellas…!
¡Descubridor de lunas…!
¡Utópico Mesías…!
¡Saltimbanqui estelar…!
Que en llanto desgarrante y en oración de cunas,
receptas de las almas, su singular vibrar.
¡Romántico…!
¡Bohemio…!
¡Tacituno…!
¡Profundo…!
Emprendedor del vuelo que no ha de retornar.
Caminante de un mundo patético y desnudo,
tienes por pluma el ala del soñar y pensar.
¡No Creas Que es Tan Fácil... Y sigue tu camino!.
Que la llama que él puso, nadie podrá apagar,
y en el final perdido de tu infeliz destino:
¡ la traición consumada, ni tu perdonarás …!.