LIBRO I
Capítulo 1
El justo y los pecadores
1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.
1:4 No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.
1:5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
1:6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.
Capítulo 2
El reino del ungido de Jehová
2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
2:3 Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
2:4 El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
2:5 Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.
2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
2:11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
El reino del ungido de Jehová
2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
2:2 Se levantarán los reyes de la tierra,
Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
2:3 Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas.
2:4 El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
2:5 Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira.
2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte.
2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.
2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
2:11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario Dios te bendiga.